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¿Cómo evitar calambres al correr? claves para un entrenamiento sin interrupciones
Evitar los calambres al correr es una de las preocupaciones más comunes entre corredores aficionados y experimentados. Estas contracciones musculares involuntarias, que suelen presentarse en piernas y pies, pueden arruinar una sesión de entrenamiento o impedirte terminar una carrera. Si estás preparándote para la media maratón de Bogotá, conocer cómo prevenirlos es fundamental para mantener tu rendimiento y cuidar tu cuerpo.
Aunque no existe una única causa, los calambres están relacionados con la fatiga muscular, una hidratación deficiente y desequilibrios en los niveles de electrolitos. Por eso, este artículo profundiza en las mejores prácticas para prevenirlos, abordando desde la nutrición hasta los hábitos de entrenamiento. Además, si estás en proceso de preparación para los 21K de Bogotá, encontrarás recomendaciones específicas para afrontar con confianza cada kilómetro.
Calambres en media maratón: por qué se producen y cómo identificarlos
Durante carreras largas como una media maratón, el cuerpo se somete a un esfuerzo constante que puede provocar desequilibrios musculares y metabólicos. Los calambres suelen aparecer entre el kilómetro 15 y el 20, cuando los músculos ya están fatigados y el nivel de hidratación comienza a disminuir.
Este tipo de calambre se presenta con mayor frecuencia en los gemelos, cuádriceps o isquiotibiales, y se caracteriza por un dolor agudo y la incapacidad momentánea de mover el músculo afectado. A menudo, el corredor se ve obligado a detenerse, estirar o incluso abandonar la carrera.
Varios factores pueden influir en su aparición: la falta de entrenamiento adecuado, una estrategia de hidratación ineficaz, temperaturas altas o un desequilibrio en la ingesta de sodio, potasio, calcio y magnesio. Por eso es importante conocer tu cuerpo y diseñar un plan de entrenamiento y nutrición que reduzca el riesgo.

Electrolitos para correr: cómo mantener el equilibrio durante el esfuerzo
Durante una carrera como la media maratón de Bogotá, mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo es esencial para evitar calambres, fatiga excesiva y pérdida de rendimiento. Los electrolitos —principalmente sodio, potasio, calcio, magnesio y cloro— son minerales que intervienen en funciones vitales como la contracción muscular, la transmisión nerviosa y la hidratación celular. Al correr largas distancias, se pierde una cantidad importante de estos minerales a través del sudor. Si no se reponen a tiempo, aumenta el riesgo de calambres musculares, especialmente en la segunda mitad de la carrera, cuando la fatiga ya está presente.
Incluir electrolitos en la estrategia de hidratación durante los entrenamientos largos y el día de la carrera puede marcar la diferencia. Existen varias formas de hacerlo: bebidas isotónicas, geles energéticos con sales, cápsulas de electrolitos o tabletas efervescentes disueltas en agua. La clave es elegir productos que contengan cantidades adecuadas de sodio (al menos 200 mg por porción), combinados con potasio, magnesio y, en menor medida, calcio. No todos los corredores requieren la misma cantidad, por lo que es importante hacer pruebas durante los entrenamientos y ajustar su consumo según la tasa de sudoración, el clima y la intensidad del esfuerzo.
Además de los suplementos, una alimentación rica en electrolitos contribuye a mantener los niveles estables antes, durante y después del ejercicio. El plátano es una fuente reconocida de potasio, mientras que alimentos como el aguacate, las nueces, las espinacas, el yogur natural y las semillas de calabaza aportan magnesio y calcio. También es recomendable no restringir demasiado la sal en los días de entrenamiento intenso, especialmente si se trata de corredores con una alta tasa de sudoración o que compiten en climas cálidos.
Una buena estrategia consiste en comenzar la carrera ya bien hidratado, con los electrolitos equilibrados y mantener una ingesta regular durante la competencia. La media maratón de Bogotá cuenta con puntos de hidratación distribuidos a lo largo del recorrido que pueden aprovecharse para reponer tanto líquidos como electrolitos (ver detalles del recorrido aquí). Incorporar bebidas deportivas o tabletas en los entrenamientos te permite identificar lo que mejor funciona para tu organismo, y así minimizar el riesgo de calambres al correr.

¿Qué tomar para evitar calambres antes, durante y después de correr?
Además del consumo de electrolitos, existen otras formas de apoyar el funcionamiento muscular a través de la hidratación y la nutrición líquida. Antes de correr, una buena práctica es tomar infusiones suaves que ayuden a relajar el sistema digestivo y preparen el cuerpo para el esfuerzo. El té de jengibre, por ejemplo, tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a mejorar la circulación, mientras que una infusión de manzanilla contribuye a relajar los músculos. También puede ser útil incorporar bebidas con carbohidratos de fácil absorción, como un jugo natural diluido de naranja o uva, que para ayudar a mantener el nivel de glucosa estable sin sobrecargar el estómago.
Durante la carrera, mantener estables los niveles de energía es clave para evitar que los músculos se fatiguen en exceso y aparezcan calambres. Una opción útil es consumir bebidas que contengan carbohidratos simples, como agua con miel o jugos diluidos con una pizca de sal (para mejorar la absorción del líquido). Este tipo de bebidas pueden ser preparadas en casa y transportadas en botellas pequeñas si no tienes acceso a productos comerciales. La idea es mantener una fuente constante de energía que ayude a retrasar la fatiga muscular, sin recurrir únicamente a bebidas isotónicas.
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Otra alternativa que algunos corredores utilizan durante las sesiones largas son los caldos vegetales, sobre todo en climas fríos. Estas preparaciones, además de hidratar, aportan una pequeña cantidad de minerales naturales y mantienen el cuerpo en la temperatura adecuada, lo cual puede contribuir a que los músculos se mantengan más relajados. El agua de coco sin azúcar añadida también puede ser una opción interesante si se consume en pequeñas cantidades, no tanto por su contenido en electrolitos, sino por su buena biodisponibilidad y capacidad de hidratación.
Después de correr, una bebida que combine hidratación y nutrientes puede marcar la diferencia en la recuperación muscular. Un batido natural con frutas como plátano, papaya o mango, combinado con agua o leche vegetal, puede aportar antioxidantes y azúcares naturales que ayudan a reponer el glucógeno muscular. Si se le añade una fuente de proteína como yogur natural o una cucharada de semillas (chía, ajonjolí), se mejora aún más el proceso de recuperación. Por último, mantener una adecuada hidratación general a lo largo del día, con agua natural, infusiones y bebidas suaves sin cafeína, ayuda a prevenir la deshidratación acumulada que también puede causar calambres, incluso en reposo.

Estrategias de entrenamiento para reducir el riesgo de calambres
Más allá de la hidratación, la forma en que entrenas es determinante para evitar los calambres al correr. Un aumento excesivo en la carga de entrenamiento sin dar tiempo de adaptación al cuerpo puede provocar fatiga muscular, uno de los principales detonantes de los calambres.
Para minimizar este riesgo, incrementa progresivamente el volumen e intensidad de tus sesiones, respetando los días de descanso y escucha las señales de fatiga. La preparación para una media maratón debe incluir semanas de carga y descarga, además de trabajo específico de fuerza.
Los ejercicios de fortalecimiento muscular —especialmente en cuádriceps, isquiotibiales y gemelos— ayudan a que los músculos sean más resistentes. Complementa tu entrenamiento con estiramientos activos, movilidad articular y técnicas de liberación miofascial como el uso del foam roller.
Cuándo consultar a un especialista si los calambres son frecuentes
Aunque la mayoría de los calambres al correr son episodios pasajeros, si se vuelven recurrentes, intensos o aparecen incluso en reposo, es recomendable consultar con un médico deportivo o fisioterapeuta. Puede haber causas subyacentes como deficiencias nutricionales, desequilibrios hormonales o problemas neuromusculares.
Un especialista puede ayudarte a identificar si hay algo en tu técnica de carrera que esté sobrecargando ciertos músculos o si existe alguna alteración en tu mecánica corporal. También podrá realizar análisis de sangre si se sospecha de alguna carencia de minerales o vitaminas.
La prevención es siempre más eficaz que el tratamiento. Por eso, si ya has experimentado calambres en entrenamientos anteriores, no los ignores: ajústalos como una señal de alerta para corregir rutinas, alimentación o tiempos de recuperación.

Prepárate sin calambres para la mmB con entrenamientos inteligentes
Evitar los calambres al correr no depende de una sola solución, sino de un enfoque integral que combine hidratación adecuada, estrategias nutricionales, fortalecimiento muscular y descanso. Comprender cómo responde tu cuerpo ante el esfuerzo es esencial para prevenir estas molestias, especialmente si te estás preparando para una distancia exigente como los 21K de Bogotá. Desde incorporar alimentos y bebidas que favorezcan el equilibrio muscular, hasta ajustar la progresión de tus entrenamientos semanales, cada decisión influye en tu capacidad para correr de forma cómoda y sostenida.
Los calambres son un signo claro de que algo no está funcionando correctamente en tu preparación. Ya sea una carga excesiva, una hidratación incompleta o una recuperación insuficiente, es posible corregirlo con información precisa y práctica. La buena noticia es que el entrenamiento estructurado ofrece la mejor oportunidad para identificar estos riesgos y trabajar sobre ellos con tiempo. No se trata solo de acumular kilómetros, sino de hacerlo con conciencia y consistencia, incorporando rutinas de fuerza, movilidad y descanso activo.
Si vas a correr la media maratón de Bogotá, los entrenamientos oficiales son una herramienta clave para llegar al día de la carrera en las mejores condiciones. Estos espacios no solo te permiten mejorar tu capacidad física, sino también probar estrategias de hidratación, alimentación y ritmo en un entorno seguro y acompañado. Además, al entrenar junto a otros corredores, puedes recibir orientación especializada y ajustar tu preparación según tu nivel y objetivos.
Participar en los entrenamientos organizados por la mmB te ayuda a prevenir errores comunes y a preparar tu cuerpo de forma inteligente. Aún estás a tiempo de aprovechar las sesiones grupales, que te brindan acompañamiento técnico y logístico para fortalecer tu rendimiento. Haz parte de los entrenamientos de la mmB y prepárate para correr sin calambres, con confianza y seguridad en cada paso.
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